El entrenador de Quilmes, Mario Sciacqua, sacó pecho por el equipo aunque lamentó no haber conseguido los tres puntos contra Chacarita. Al respecto, el dt destacó: “En el segundo tiempo bajamos la intensidad a partir de un movimiento de ellos. Pero me deja la sensación que podíamos haber ganado. Muchos tenían un signo de interrogación, yo no; sigo pensando que este equipo da muestras de carácter importante y Quilmes está vivo”.
“Quilmes está vivo”
En ese sentido, Sciacqua explicó: “El que me conoce sabe que soy autocrítico pero tengo el sabor amargo porque sabíamos que lo pudimos ganar. El primer tiempo hicimos un partido excelente, viendo ese Quilmes que todos conocemos. Nos da bronca que nos hagan un gol como el que nos hicieron”.
En la misma línea que el entrenador, Julián Bonetto -autor del gol del empate- señaló: “Lo podíamos haber ganado», aunque reconoció que «también perdido. Queríamos ganar en nuestra casa y arrimarnos a la punta, pero estamos conformes con el rendimiento del equipo”.
Además, analizó que “en el segundo tiempo fui más para el medio, sabía que una me iba a quedar y por suerte sirvió para empatar el partido. Enfrente teníamos un buen equipo y no podíamos dar ventaja. Ahora tenemos que trabajar en la semana, porque vamos a ir a una cancha difícil y debemos prepararnos de la mejor manera», cerró Bonetto.
El empate de Quilmes contra Chacarita en un tanto dejó, a pesar de que no fue triunfo, un sabor más dulce que amargo. Es que Quilmes recuperó la muestra de carácter e intensidad que lo había llevado a los primeros lugares de la tabla de posiciones. Y encima fue contra el puntero y máximo candidato a quedarse con el ascenso que viene mostrando un nivel muy regular desde que inició el torneo.
Muestra de carácter
El Cervecero sigue a cinco puntos de distancia respecto al puntero, pero sin dudas es un buen puntapié para escalar posiciones y recuperar el rumbo.
El Funebrero se había puesto en ventaja con un verdadero golazo de Andrés Zanini a los 15 minutos de juego. Dándole un verdadero cachetazo a la gente que asistió al Centenario para alentar al equipo de Sciacqua.
Pero Quilmes, que tuvo un gran arranque, no claudicó ni se desmoronó ante el resultado adverso y siguió buscando el empate. Fue recién a los 51 minutos que logró alcanzar el merecido gol de la mano de Bonetto, que también ubicó la pelota en el ángulo para concretar otro golazo.
