En el reinicio de la actividad presencial la Universidad Nacional de Quilmes no exige pase sanitario para el ingreso, tal como explicó la directora del Departamento de Ciencia y Tecnología, doctora Alejandra Zinni.
Zinni dijo que luego del pico de casos de la variante Ómicron, la situación epidemiológica actual es favorable por dos motivos. Uno de ellos es la «gran cantidad de la población vacunada con el esquema completo de dos dosis», mientras se «está avanzando fuertemente en la aplicación del refuerzo».
Otro de los motivos es la consecuencia natural de la variante Ómicron, que afectó a unos 3 millones de argentinos, según sus cálculos, que «han adquirido una inmunidad».
El dictado de clases ha logrado de esta forma un «grado de protección es extremadamente alto», si se tienen en cuenta, además, otras medidas de protección como la ventilación de las aulas, la sanitización de los espacios, el control del aire con los medidores de dióxido de carbono, la disponibilidad de alcohol en gel y «la oportunidad de explicar cómo se utilizan los barbijos y cuáles son los más adecuados».
El pase sanitario se debe evaluar en cada contexto. No es igual la situación de un aula de la UNQ como un lugar cerrado donde no existe la posibilidad de ventilación: teatros, cines o transporte de media y larga distancia, argumentó Zinni.
