La emotiva historia de Obregón y Beni que emociona a todo Quilmes

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Por momentos se le llenan los ojos de lágrimas, en otros permite recordar el pasado con una sonrisa, un Brandon Obregón a corazón abierto.


«Estoy pasando por un momento muy lindo, porque el tema personal está acomodado y eso lo deja tranquilo a uno para poder hacer su trabajo.

-¿Te da tranquilidad?

-Y sí, porque te deja tranquilo que está todo bien. La familia está muy bien de salud, entonces uno puede volcar todo en el trabajo.

-¿Cuántos años tiene Benicio?

-Tiene cuatro, ya está grandísimo. Le encanta la pelota. A mí me gusta pero él es insoportable. Quiere venir a entrenar conmigo. El otro día lo traje, justo cuando no jugué y le encantó. Me decía: «Papi, ¿Y la gente?». Habíamos llegado como tres horas antes del partido y le expliqué que ya iba a empezar a venir. Cuando había público fuimos a patear un rato y estaba feliz.

-¿Le ves futuro con la pelota?

-Sí pero no sé si se lo van a permitir desde lo clínico pero lo ves y decís que va a jugar bien. Le pega bárbaro, tiene buen control. Hace cosas que yo a los cuatro años no las hacía. Yo le veo condiciones pero después si va a poder jugar o no, lo definirán los médicos.

-¿Cómo está?

-Bien. Ahora el 10 de diciembre tenemos que ir a ver a la cardióloga pero solo para control. La última vez que la vimos fue hace 6 meses. Primero teníamos que ir una vez por mes, después de la última cirugía se hizo más espaciado. Cada vez que lo ve, lo encuentra bien. Nosotros le decimos que no para y que nos pone un poco nerviosos, porque se agita pero nos dice que no le demos bola y que él haga lo que quiera. Así que lo dejamos hacer lo que quiera.

-¿El problema fue de nacimiento?


-Tuvo una transposición de los grandes vasos que es un problema de mal formación. Tenía todo invertido, bastantes quilombos. Se lo detectaron en la panza de mi señora, a los 8 meses de embarazo. No es que vieron algo malo en él. Pero mi señora cayó con preeclampsia. Le agarró y no paraba de vomitar. Un doctor en la Modelo le hizo una ecografía y de la nada nos dijo ya que estamos acá vamos a ver cómo está el bebé. El doctor nos dice: «Mama, ¿Tiene algún problema el bebé en el corazón? Nos asustamos y le dijimos: ¿Por qué, doctor? Y nos dice: «Yo veo que falta algo acá. Hay algo raro». Fue ahí cuando le detectaron una cardiopatía compleja de transposición de los grandes vasos. De lo complejo que era, lo de él era un poquito más complejo.

-¿Por cuántas operaciones pasó?

-Tres. La primera fue a las dos semanas de vida cuando era muy peque. Al año de esa primera cirugía vino la segunda y al año, la tercera.

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