El Cervecero no solo jugó una instancia decisiva que lo podría haber dejado afuera de la lucha por el ascenso, sino que tuvo que dar batalla ante un duelo cargado de emociones. Es que la suspensión y las dudas generadas por la situación vivida con Gimnasia de Mendoza, enardecieron los ánimos del plantel, que de todas maneras supo plasmar en la cancha esa bronca contenida.
Con temple, coraje y solidez, Quilmes aprobó el primer examen. Ahora debe mejorar desde lo futbolístico para estar a la altura de rivales de mayor fuste.
Cabe recordar que Quilmes vivió una instancia para el olvido en una jornada que debió ser una fiesta deportiva. Pero fue empañada por los proyectiles que cayeron sobre la cancha e impactaron contra el arquero de Gimnasia, lo que motivó la suspensión del evento. Posteriormente, el presidente Mateo Magadán discutió fuerte contra las autoridades e hizo un descargo tras el escándalo.
Cargado de emociones
Después, Quilmes iba a jugar el viernes a las 15 horas en la cancha de Platense el partido postergado contra Gimnasia de Mendoza. Sin embargo las inclemencias climáticas impidieron que el plantel mendocino pueda viajar en avión, lo que obligó a modificar la fecha del partido. Por lo cual el partido se terminó jugando el día sábado a las 13 hs.
Una situación tras otra que afectó a los jugadores cerveceros que de todas maneras supieron mantenerse enfocados en el objetivo.
Ahora toda la acción de cuartos de final comenzará este domingo, cuando Temperley reciba en su casa a Deportivo Maipú desde las 16. Y luego, todo continuará en Caballito, cuando Ferro reciba a Almirante Brown a partir de las 18.
El martes 7 de noviembre, desde las 15.30, Quilmes visitará a Deportivo Riestra y el miércoles 8 de noviembre, Atlético de Rafaela recibirá a Estudiantes de Río Cuarto. Vale recordar que en esta instancia, los cruces serán a doble partido: la serie se define en la casa del equipo mejor posicionado en la tabla general, que tendrá ventaja deportiva en caso de empate.
