Comenzó la segunda semana del 2025 y finalmente llegó el verano a la provincia de Buenos Aires. Aunque la estación arranca formalmente el 21 de diciembre, ahora el calor se siente más que nunca y los próximos días serán fatales.
Este lunes, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla por las altas temperaturas que se vivirán en los próximos días, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Para este martes se estima que la temperatura mínima será de 24 grados y la máxima llegará a los 34. El día miércoles se experimentará un aumento de la temperatura que comenzará el día con 26 grados y llegará a los 35.
Sin mucho tiempo para reponerse del calor, el jueves el clima redoblará la apuesta y subirá la temperatura a una máxima de 37 y una mínima por la mañana de 27. Recién el viernes llegaría el alivio del agua, con tormentas aisladas. Aunque las temperaturas durante el día serán elevadas, con 25 grados de mínima y 32 de máxima.
En ese sentido, el Municipio de Quilmes hace un llamado a la comunidad para que tomen precauciones ante la ola de calor que afecta a la región.
Medidas de prevención:
Es fundamental que las y los vecinos mantengan una adecuada hidratación. Se recomienda beber abundante agua, incluso si no se siente sed, y evitar el consumo de bebidas saborizadas, azucaradas, alcohólicas o con cafeína.
Además, las autoridades de Quilmes destacaron la importancia de conservar la cadena de frío de los alimentos. Consumir productos frescos, como frutas y verduras, y mantener una alimentación saludable durante estas temperaturas extremas.
Para protegerse del calor, el uso de sombreros o gorras con visera es altamente recomendado. La vestimenta debería ser clara y liviana, facilitando la transpiración y el confort. Asimismo, se sugiere evitar la exposición directa al sol entre las 10 y las 16 horas, cuando los rayos solares son más intensos.
El uso de protector solar con factor mayor a 30 es crucial para proteger la piel de los efectos nocivos del sol. Por último, es aconsejable limitar la actividad física en horarios de altas temperaturas para reducir el riesgo de deshidratación y golpes de calor.
