En el día de ayer, el cervecero cayó ante Tristán Suárez por 1 a 0 con un gol de Alexis Steimbach a los 25 minutos. Con este resultado, Quilmes cayó al sexto puesto de la tabla de posiciones.
El equipo dirigido por Sergio Rondina dejó una imagen preocupante ante un rival que lo superó rápidamente, mostrándose muy superior. La indignación de los socios e hinchas se tradujo en insultos, silbidos y abucheos a los jugadores y al entrenador del club, quienes se retiraron del campo de juego sin dar explicaciones. Además, tras el encuentro, decidieron no tomar contacto con la prensa.
El conflicto en la previa del partido ante Tristán Suárez
Si bien el partido estaba pautado para las 20.05 horas, por decisión del árbitro se retrasó hasta las 20.30 a pesar de que ya había mucho público en el estadio centenario.
Lucas Comesaña, juez del encuentro, aseguró que no se podía identificar con claridad las camisetas, debido al color blanco y azul del visitante y al blanco del Cervecero. Por reglamento al local, Quilmes debía cambiar la vestimenta. Sin embargo, el árbitro tampoco aceptó la camiseta azul del Cervecero por lo que hubo que buscar de apuro una de color negra de la anterior temporada que se usa para la Reserva.
