Mayra Mendoza recibió el fin de semana a Cristina Fernández de Kirchner y juntas reafirmaron un rumbo común. En contraposición a lo que ocurre con el adverso panorama nacional: “Con el corazón siempre para adelante por un país que incluya a todos”.
La visita fue en el marco de la inauguración del Microestadio Presidente Néstor Kirchner de Quilmes, al cumplirse 21 años de que Néstor ganara las elecciones presidenciales del 2003. En ese marco, Mayra expresó: “Lo tenemos aquí, en Quilmes, para que todos los vecinos y vecinas sepan que es una historia de lucha de muchos años. Que a partir de Néstor y Cristina hacemos este trabajo, y que lo vamos a seguir haciendo de manera inquebrantable. Gracias CFK por venir a esta ciudad que tanto amamos. Quilmes siempre te espera”.
Por su parte, la ex presidenta enfatizó: Nadie está desconociendo la legitimidad de origen del presidente, si hay algo que siempre he reconocido es la contundencia y lo inapelable que es el voto popular. Pero la legitimidad de origen necesita legitimarse también en la gestión y en los resultados de la gestión. Te puede haber votado el 60% de los argentinos, pero si cuando sos gobierno la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, no puede llegar a fin de mes, ¿de qué sirve? Nosotros sabíamos que no íbamos a tener legitimidad de origen porque teníamos el 22% de los votos, pero íbamos a construir legitimidad en la gestión defendiendo los intereses de la sociedad y haciéndonos cargo de lo que había que hacer. Tan legitimado ese 22%, que Néstor se fue con 70% de imagen positiva cuando finalizó la primera presidencia”.
Siempre para adelante
“Cuando escuché congratularse sobre el superávit público del primer trimestre y resulta que no pagaste Cammesa, la energía, las obras públicas, lo que le debés a las provincias y las universidades… Es como ustedes en su casa después de no haber pagado la luz, el gas, el alquiler y las expensas digan “tengo superávit”. No hermano. Mirá todo lo que debés. No tenés superávit. En el año 2000 y 2001 tuvimos déficit cero y se cayó todo igual. En este país, en los seis años que hubo superávit fiscal gobernaba Néstor Kirchner y en el 2008, quien les habla”, analizó.
Y concluyó: “Yo sé que a la militancia le gusta la heroicidad, pero no: somos hombres y mujeres de carne y hueso con responsabilidades especiales que se hacen cargo de la historia y le hacen frente con coraje. Y fundamentalmente, con ideas claras. Tenemos que reclamarle a nuestros dirigentes, a nuestros representantes: organización, presencia, ideas, convicción y coraje. Porque las cosas sin coraje no se pueden hacer. Hay que tener mucho coraje en esta Argentina para cambiar las cosas”.