En la jornada de ayer, la Universidad Nacional de Quilmes cumplió 33 años de historia. Un verdadero orgullo para nuestra ciudad que sigue creciendo día a día para llegar a las y los estudiantes con calidad educativa e inclusión.
La Universidad fue puesta en marcha en 1991, cuando se iniciaron 13 carreras de grados en las que se inscribieron mil estudiantes. En ese momento había solo diez aulas a disposición. Mientras que hoy hay 48 mil estudiantes entre carreras presenciales, virtuales, de grado, posgrado y extensión.
33 años de historia
A lo largo de estos 33 años de historia, la Universidad ha crecido significativamente. Al respecto, el rector Alfredo Alfonso aseguró: “Además de ser reconocida no solo en su contexto social sino también en el país. Latinoamérica y algunos lugares del mundo, ha constituido referencias indiscutibles como ser la primera carrera de biotecnología en el país o 23 años de educación virtual”.
Además, Alfonso resaltó: “Seguimos creciendo día a día, siempre atenta a nuevas carreras que permitan a las y los estudiantes insertarse laboralmente para hacer crecer sus familias y contextos sociales”.
En consonancia, la vicerrectora Alejandra Zinni expresó: “A principios de los 90, cuando entré a la Universidad, la puerta era una tranquera y el edificio de la fábrica recién estaba empezando a reciclarse. Hoy en día, el volumen de oferta académica, las actividades de investigación y la cantidad de estudiantes que tenemos es destacable”.
Obras en la UNQ
Días atrás se firmaron los convenios para la segunda etapa de reformas en la UNQ. Se realiza en el marco del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria que se realizará en la Universidad.
Del acto participaron los ministros Jaime Perczyk y Gabriel Katopodis. Y además participaron rectores de las universidades del conurbano bonaerense.
Segunda etapa de reformas
Se trata de la segunda etapa enmarcada en el Programa Nacional de Infraestructura Universitaria. Cuya meta es mejorar el Sistema Universitario Nacional.
Además la iniciativa busca promover el incremento en el acceso a la Educación Superior. De manera tal de no solo mejorar la calidad educativa sino la participación de las y los jóvenes en la formación.
Además se verán beneficiados los servicios de las instituciones y la vinculación entre el capital humano formado en las universidades con las fuerzas productivas locales.
